Nota publicada en el Diario La Nación el 24/02/2009
Vista de la construcción de Claudio Meder en su astillero del Tigre
Claudio Meder pensó que era necesario acondicionar un transporte que pudiera llevar los animales a buen puerto y en mejores condiciones.
"De la necesidad surgió la idea de comenzar a construir estas barcazas o chatas especiales que miden 20 metros de eslora y 7,8 de manga, y pueden albergar hasta 80 gordos, en mejores condiciones que las de un camión. Si bien este tipo de embarcaciones existían, eran muy improvisadas y en más de una ocasión terminaban volcando. Los cascos que nosotros hacemos ofrecen una mayor estabilidad, se pueden ingresar los animales por un lado de la banda sin que el lado opuesto se levante. Técnicamente no se escoran, sostienen el nivel, y los pisos adaptables permiten que el animal se desplace mejor y no se asuste", señaló Meder.