El nombre del barco es importante. Los armadores de épocas pasadas intentaban evitar aquellos nombres relacionados con el fuego, los relámpagos o las tormentas. Según algunos, no se debía cambiar nunca el nombre del barco, aunque entre los piratas era práctica habitual.
Hoy en día, muchos consideran mala suerte cambiar de nombre al barco, cuando cambia de dueño.
La botadura de un barco equivale a su bautismo. Era considerado de mal augurio para aquel barco al cual no se le rompa la botella de champagne durante la ceremonia.
La costumbre de romper una botella de champagne contra el casco tiene su origen en la antigüedad, cuando se vertía vino tinto en la cubierta como libación a los dioses del mar. Los vikingos hacían esta ofrenda con la sangre de algún prisionero sobre cuya espalda arrastraban el barco al tirarlo al agua o botarlo.
Na: Actualmente durante la ceremonia la Madrina, nombrada a tales efectos es la encargada de romper la botella de champagne contra la proa del buque luego de la intervención del Cura, a partir de ese momento el buque se desliza al agua como se puede ver en el video.
Extractado de http://mardeproa.blogspot.com/