La corrosión es un proceso electro-químico que aparece debido a la presencia de materiales distintos inmersos en un medio conductor. Para que se active un proceso de corrosión galvánica es necesario tener una celda galvánica formada por los siguientes elementos:
1. Ánodo: sufre un proceso de oxidación siendo el elemento que se corroe. Pierde electrones, generando iones positivos.
2. Cátodo: se produce la reducción del agua, genera iones hidroxilo (OH-) que se combinan con los iones positivos del cátodo, cerrándose el circuito eléctrico.
3. Electrolito: medio conductor de la corriente eléctrica. Viene caracterizado por la conductividad eléctrica que depende, entre otros factores, de la profundidad, salinidad y temperatura.
4. Conexión eléctrica: necesaria para cerrar el circuito eléctrico. Los electrones fluyen del ánodo al cátodo.
Comúnmente las hélices actúan como cátodo y el casco del buque como ánodo. La conexión se realiza a través del cable de masa eléctrica del buque y de su casco. El electrolito en este caso es el agua de mar. Debido a reacciones electroquímicas de reducción (en el cátodo) y oxidación (en el ánodo) se genera una corriente que fluye desde el material anódico al catódico a través del electrolito. Esta corriente es la generadora del campo eléctrico, el cual depende de la conductividad del agua de mar.
Sistemas de protección catódica
Para evitar la corrosión del casco y elementos metálicos que actúan como ánodos se utilizan los sistemas de protección catódica. Podemos diferenciar entre dos tipos, los pasivos y activos o ICCP (Impresed Current Cathodic Protection). Los sistemas pasivos utilizan ánodos de sacrificio, mientras que los sistemas activos utilizan ánodos de corriente impresa y electrodos de referencia. Campo Eléctrico Submarino.
Fuente: http://www.innovamar.es/descargas/1ºboletininnovamar.pdf.